La Inter-American Human Rights Moot Court Competition, un encuentro de diálogo para la diversidad de pensamiento
Cada año el Washington College of Law en Washington D.C., Estados Unidos, organiza una competencia trilingüe en la cual se compite imitando el modelo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para defender a las víctimas o al Estado en un interesante y complejo caso.
Este mayo tuvimos el privilegio de presenciar y participar en dicho evento luego de meses de preparación, fungiendo el rol de la defensa de las víctimas en un caso que giraba alrededor de la temática de violencia de género y derechos de la mujer. Fue increíble vivir experiencias como conocer a tantos estudiantes apasionados por el Derecho Internacional Público y los Derechos Humanos, aprender que los problemas que se tienen en Guatemala también están presentes en el resto de América Latina y más que nada entender el impacto que podemos tener como futuros abogados en nuestro mundo.
Desde el primer día, las audiencias fueron constructivas y vimos cómo un problema nunca se reduce a una sola solución. Una infinidad de alegatos diferentes mostraban la forma de pensar de las decenas de países y más de cincuenta universidades participantes. Era una verdadera fiesta celebrando la diversidad de pensamiento; en la cual pudimos convivir con equipos de Colombia, Argentina, México y muchos otros para compartir ideas y experiencias de nuestro estudio del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Este choque de ideas iluminó el camino sobre el cual podemos cursar en el proceso de mantener protegidos los Derechos Humanos y la dignidad humana una vez lleguemos a ser litigantes, y posiblemente hacerlo frente a la Corte Interamericana de la que tanto comentábamos con nuestras nuevas amistades de toda latinoamérica.
Entre las cargadas mañanas de conversación jurídica y debates apasionados, se nos permitió llegar a ver la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. Allí escuchamos de primera mano sobre los procesos que se llevan a cabo constantemente para hacer valer los derechos consagrados en la Convención Americana de los Derechos Humanos, la que fue base normativa del caso que se presentó en la competencia.
Ver a los profesionales que llevan a cabo el funcionamiento de la estructura que se imitaba en los auditorios de la universidad a la que visitábamos fue verdaderamente impresionante.
Defender a las víctimas del caso fue muy interesante, talvez el siguiente año podremos ponernos en los pies del Estado en un caso que tratará de derechos de los inmigrantes. Representar a nuestra Universidad y a Guatemala es una labor difícil, pero estoy seguro que dejamos todo en aquellas simulaciones de juicio. Agradezco la oportunidad que nos dio la Universidad del Istmo para participar ya que sin duda alguna, es una experiencia única que cualquier estudiante de Derecho anhela tener.