Tras las pistas y los rastros: la labor “fuera de la caja” de María Fernanda
Desde su primer año en la universidad, María Fernanda Morales estaba consciente de que su trayectoria profesional no se asemejaría a la de una jurista convencional. La misión que se había trazado trascendía las paredes de cualquier habitación, más allá de una sala de audiencia pública o una oficina corporativa de lujo. Y cumplió su objetivo con creces. Hoy, como abogada y notaria graduada en 2017, se dedica a lo que siempre soñó desde que era una estudiante: la inteligencia estratégica.
Tras breves estancias en el Ministerio Público y la Dirección General de Inteligencia Civil, Morales se ha convertido en una experta independiente. Su labor es única: recolecta información y analiza datos sobre posibles crímenes para brindarles asesorías a sus clientes. Así explica: “Cuando me encargo de un estudio de determinado delito, hago todo el trabajo de investigación y el análisis de los datos. Luego, creo y divulgo el estudio estratégico en seguridad. Me gusta porque contribuyo a reducir la inseguridad en el país”.
Para llegar a ser especialista, Morales sumó esfuerzos durante cinco años. A su criterio, la educación personalizada que recibió en la Universidad del Istmo (UNIS) fue crucial para su éxito. “Yo quería dedicarme a lo que nadie quiere porque dicen que es peligroso. No se ven abogados en temas de inteligencia, pero en la UNIS nunca me botaron el sueño. La decana de mi facultad, que también era mi asesora de Forhum, siempre me apoyó. Me motivó a que siguiera en mi camino”, comenta.
Además de una formación a la medida, hay otro elemento que Morales atesora de sus pasos en la UNIS: la ética profesional que le inculcaron en la carrera. Asegura que sus valores la han diferenciado del resto de especialistas en su campo. Así lo cuenta: “Sabemos que la corrupción está a la orden del día, pero la UNIS me enseñó a distinguir entre el bien y el mal. Si me ofrecen algo que no va con mi ética, yo simplemente digo que no. Y hasta me suelen preguntar de dónde me gradué, porque dicen que actúo diferente a los otros abogados”.
Esta abogada valerosa considera que una de sus mayores fortalezas en la universidad fue haber sido constante en su trabajo y fiel a su pasión. Esta es la recomendación que le ofrece a sus futuros colegas: “En esta vida uno no tiene que ser del montón. Siempre hay que diferenciarnos, hacer lo que nos gusta y hacerlo bien”.
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