8 consejos para lidiar con el duelo de falta de libertad durante el COVID-19

Publicado por: jeronimo

Vivir una pandemia ha sido para muchas personas una experiencia retadora, ya que nos ha sacado de la cotidianidad a la que veníamos acostumbrados.  Han cambiado las rutinas, las formas de trabajo, los modos de relacionarnos, de reunirnos, de convivir en familia y, de manera especial para los universitarios, la forma de estudiar con una nueva modalidad para aprender y recibir clases.

El COVID-19 y todas las restricciones que trajo consigo nos han hecho repensar y rediseñar todo lo que planeamos y esperábamos lograr en el año 2020.  Cuando inició este año escuchábamos comentarios en relación a lo prometedor que sería y que por la combinación de números traería muchos cambios  a la humanidad.  Empezamos este ciclo con mucho entusiasmo y esperanza.  Para algunos marcaba el inicio de un ciclo importante, como su ingreso a la universidad; para otros era el cierre o la consecución de un logro: concluir la formación universitaria, graduarse e iniciar la práctica profesional.  Sin embargo, con el confinamiento y el distanciamiento social, todas estas actividades tuvieron que suspenderse o adecuarse, lo que pudo generar sentimientos de tristeza, desesperanza, negatividad, falta de motivación y angustia.

Imagen vía web.

Para los jóvenes, la pandemia ha traído consecuencias no solo físicas sino emocionales y sociales, ya que ante la pérdida del contacto social las oportunidades de disfrutar con personas de su misma edad se han disminuido considerablemente, algo vital en esta etapa del desarrollo.  Ante el confinamiento, muchos de ellos pueden estar experimentando sentimientos de soledad e incertidumbre muy similares a los vividos en un duelo,  ya que la pérdida de ambientes sociales, de espacios físicos de formación y la vinculación psicoafectiva con personas  de su misma edad pueden afectar su estado emocional.  

A continuación se ofrecen algunas recomendaciones para sobrellevar los sentimientos de pérdida y desarrollar habilidades psicoemocionales ante el confinamiento.

  1. Aliviar la tensión emocional hablando y expresando lo que se siente ante la incertidumbre de cómo terminará este año, cómo se realizarán las prácticas o de si se podrá participar en un acto de graduación.  Expresarlo con personas que están viviendo lo mismo ayuda a reducir la tristeza, ansiedad y angustia.  Sentir que otros están en las mismas circunstancias ayuda a lidiar con la situación de mejor manera.
  2. Observar las emociones, sentirlas, nombrarlas y expresarlas ayudan al manejo emocional asertivo en situaciones de crisis como la que vive la humanidad.  Es normal experimentar tristeza, angustia y ansiedad, pero estas se experimentarán solo por  períodos cortos de tiempo y por algunos días; si persisten y van en aumento, es necesario consultar con un profesional y buscar apoyo psicológico.
  3. Formar y fortalecer vínculos de amistad entre los compañeros de clase y carrera, para favorecer el aprendizaje cooperativo  y que sea un punto de apoyo ante las dudas que puedan surgir.
  4. Desconectar la mente de los sentimientos negativos que se generan ante aquello que no se puede controlar: optar por enfocar la atención en actividades de crecimiento personal como meditar, leer, recrearse a través de actividades artísticas y lúdicas (interpretar un instrumento, cantar, escribir o pintar), etc.
  5. Velar por la salud física: respetar los tiempos de comida, alimentarse sanamente y llevar una rutina de ejercicio diario optimiza y favorece el funcionamiento cerebral  y mejora el estado de ánimo.
  6. Desarrollar la resiliencia, que es la capacidad de sobrellevar las crisis y sobreponerse.  Esto se logra adaptándose al cambio y siendo flexible en las reacciones ante los imprevistos.  Ver este tiempo como una oportunidad de crecimiento en el área del autoaprendizaje, del desarrollo de soluciones creativas, de adaptación al cambio y del uso y aprovechamiento de la tecnología para aprender, trabajar y relacionarnos de forma asertiva.
  7. Construir redes de apoyo y comunicación virtual, manteniendo el contacto con los seres queridos, compañeros y amigos.  Hacer videollamadas y organizar reuniones sociales vía virtual con frecuencia. 
  8. Evitar la sensación de la NADA, pues este tiempo puede ser aprovechado para ocuparse de lo que toca cada día, sin afanarse pensando en el futuro. Adoptar la filosofía de los pequeños pasos, cumpliendo lo que toca en cada jornada.

Para finalizar, recordar siempre la temporalidad de esta situación: esto pasará y con ella quedarán muchos aprendizajes, nuevas habilidades, recuerdos de vida y nuevas metas.

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