El Arq. Osmin Josué López y los retos de la nueva arquitectura

Osmin Josué López Avalos es un arquitecto graduado por la Facultad de Arquitectura y Diseño (FARQ) de la Universidad del Istmo (UNIS)  de Guatemala. La pandemia lo tomó por sorpresa en Barcelona, donde realizó un Master In Advanced Architecture en el Institute for Advanced Architecture of Catalonia y se  graduó con honores. En unos meses espera volver a Guatemala e iniciar un estudio de diseño con su sello personal. “Mi carrera profesional ha sido formada al trabajar para diferentes oficinas en Ciudad de Guatemala, Ciudad de México, Los Ángeles, California y Barcelona, España. He participado en el desarrollo y construcción de proyectos galardonados para América, Europa y Asia”, explica. Actualmente, forma parte del “Urban Science Lab”, el laboratorio de ciencias urbanas del Institute for Advanced Architecture of Catalonia. Ahí ha trabajado en proyectos europeos de gran escala. Además, es miembro del equipo de research de ”Lab.Pro.Fab”, Laboratorio de Proyecto e Investigación, equipo Barcelona-Suecia y ha participado en numerosos proyectos arquitectónicos, tanto nacionales como internacionales.

Cuando le preguntamos acerca de su experiencia universitaria, el Arq. Osmin López dice que volvería sin pensarlo. “Siempre diré que si pudiera volver en el tiempo y elegir un centro de estudios volvería a elegir a la UNIS. Desde el primer semestre me sentí en casa, todos mis profesores, compañeros de clase y muchísimas personas de diferentes departamentos de esta Universidad fueron siempre un apoyo, guía y consejeros”, asegura. También recuerda la exigencia de las clases y proyectos, traducida en noches de desvelo. Sin embargo, asegura que al graduarse pudo ver que todo había valido la pena y que los conocimientos eran valiosos. “Eres un profesional que puede sobresalir y aportar a un proyecto, puedes emprender o innovar dentro de la profesión y no solamente hablo por mi, es fácil ver el trabajo y oficinas de mis compañeros de clase”, nos dice. De los profesores recuerda su calidad y su excepcionalidad en las horas de clase, aunque reconoce que el aprendizaje no se da únicamente en las aulas.

De hecho, esto le parece la cualidad más importante que debe tener un buen estudiante: saber que se aprende mucho fuera de las clases. “Realmente es fuera de un horario lectivo donde en verdad nos desarrollamos, cuando trabajamos desde casa y por nuestra cuenta donde podemos indagar aún más en cada una de nuestras clases e incluso aprender nuevos conceptos, softwares, cursos online, conferencias y demás”, comenta. El Arq. López encontró así una de sus grandes inspiraciones: el movimiento tecnológico y computacional que en estos momentos ofrece gran libertad conceptual y técnica para empujar los límites de la arquitectura como la conocemos. Incluso en medio de esta crisis, el Arq. López es optimista: está seguro de que volveremos a socializar aunque cambien los estándares básicos de convivencia, desinfección y habitación. “Espero que durante los próximos meses  un “Revival” de los conceptos modernistas de Le Corbusier sean nuevamente estudiados, aplicados y actualizados al siglo XXI”, concluye.

Finalmente, el Arq. López intenta dar la vuelta a esta situación y la ve como una oportunidad de tener al alcance nuevos contenidos. “Muchísimas universidades en el mundo y diferentes organizaciones transformaron la agenda académica tradicional a digital. Ahora más que nunca, conferencias, documentales y cursos cortos relacionados con la Arquitectura son transmitidos en vivo y con fácil acceso. La educación está al alcance de todos”, dice. Opina también que este es un momento en el que se debe aprovechar para  la creación de  nuevas formas de exploración arquitectónica, las simulaciones digitales, realidad aumentada y recorridos virtuales. “La maqueta de estudio, renders y planos impresos que usualmente presentamos dejan de ser suficientes ahora que el mundo académico se ha vuelto digital”, concluye.