Estudiantes de la FARQ presentarán su proyecto en búsqueda de un futuro sustentable
Liza Marie Andreu, Sindy Berganza y José Andrés López son tres estudiantes de quinto año de Arquitectura, en la Facultad de Arquitectura y Diseño (FARQ). Entre los tres ingeniaron un proyecto que fue elegido por la universidad para concursar en el “Biodesign Challenge”, donde participan más de 50 equipos de 20 países diferentes. Los proyectos presentados en esta competencia desarrollan y unen ideas arquitectónicas, de diseño y científicas para construir un futuro más sustentable en el mundo.
[unis_image_carousel source=»media: 50481,50482,50483″ limit=»6″ slides_style=»photo» controls_style=»light» crop=»none» align=»center» max_width=»70%» captions=»yes» dots=»no» autoplay=»2″ image_size=»medium_large»]Los estudiantes de la Universidad del Istmo (UNIS) han tenido la oportunidad de presentar sus ideas desde hace cinco años, cuando la FARQ participó por primera vez en el concurso. La Arq. Ana María de García, decana de la facultad, explicó las bases de la competencia de este año y la forma de selección de los alumnos que presentarán sus proyectos: “Este año, la competencia se basó en generar algo que ayude a cumplir con los objetivos de desarrollo de las Naciones Unidas. La participación es por invitación a las universidades, entonces, los estudiantes presentan su proyecto y cada universidad escoge los finalistas que se presentan a la competencia internacional”.
A pesar de la exigencia del concurso, el equipo de estudiantes logró mantener su excelencia académica. Algo sumamente difícil, considerando que son estudiantes de último año de la carrera. “Este año fue un proyecto bien peleado y curiosamente son tres estudiantes de arquitectura, los tres son de quinto año, ya están por salir. Por lo cual, ellos tuvieron mucho trabajo porque quinto año de arquitectura suele ser muy demandante. Son gente de alta calidad. Lograron mantener sus buenas notas a pesar de estar trabajando en el proyecto. Incluso uno de los participantes recibió el premio a la excelencia académica”, indicó la decana.
Liza Marie comentó que su experiencia en la preparación para el concurso fue una manera interesante de explotar la creatividad en otras disciplinas. “Los estudiantes de Arquitectura especializados en Interiores estamos acostumbrados al «diseño» siempre en torno a temas arquitectónicos, técnicos, constructivos, entre otros. El prefijo (bio-) amplía el panorama totalmente a nuevas perspectivas. Además de eso, por ser un concurso internacional, la Universidad del Istmo resalta entre los países latinoamericanos y los asistentes ubican a Guatemala en el mapa como un país generador de innovación”, añadió Liza.
El Arq. Roberto Sosa, director de estudios de la FARQ, detalló las habilidades y los aprendizajes que pueden obtener los participantes de esta competencia. “Les permite a los alumnos reforzar las estrategias de investigación, reconocer el valor de la interdisciplinariedad como mecanismo para resolver problemas de alto impacto. También reconocer que el biodiseño abre una nueva puerta sobre cómo resolver proyectos de diseño frente a problemas reales que tienen un impacto negativo en nuestro medio ambiente. Por último, les permite incursionar en una red de artistas, científicos y expertos que les ayudarán a expandir las posibilidades de cómo resolver problemas de diseño en cualquier ámbito”, explica el director.
El proyecto que mostrarán ataca una de las problemáticas más importantes de Guatemala: la desnutrición. “El proyecto que estaremos presentando en el concurso se llama Bul’ulb’ux (palabra en idioma Quiché que significa “fuente”). Son unidades de servicio alimentario, basadas en el tempeh y en el frijol. Nació por la crisis alimentaria que está presente en todo el país, especialmente en el corredor seco. Este producto se desarrolla por medio del biodiseño al tener el crecimiento del hongo y la fermentación de los frijoles, que dan el tempeh; un alimento muy nutritivo. Luego esto es modificado con más ingredientes o sabores para hacer una especie de “súper tamal”. Esto con el motivo de brindar un producto con el que se puedan identificar culturalmente. Por último, se plantean fases que consisten en la producción y la propagación del producto, con puntos claves dentro de las comunidades que están en riesgo para brindar kits que tengan todo lo necesario para poder hacer el “súper tamal” en casa”, explicó Sindy.
Para la decana, este proyecto tiene potencial más allá de la competencia, ya que puede ayudar a mejorar el país. “Independientemente de si pueden ganar el concurso, este proyecto puede ser un aporte para el desarrollo de Guatemala, atacando la desnutrición, uno de los flagelos de este país”, dijo la Arq. de García.
José Andrés comentó sobre el significado que tiene participar en este concurso a nivel internacional: “Es un verdadero orgullo poder representar, junto con mis compañeras, a nuestra casa de estudios en un concurso tan importante como este, seguido de ello la experiencia internacional es algo tan valioso, tomando en cuenta que fuimos finalistas, eso ejemplifica nuestro gran esfuerzo y sobre todo el gran apoyo que tuvimos de parte de nuestra facultad. Esta experiencia nos ayuda a darnos cuenta de lo que somos capaces y darnos a conocer junto con el nombre de la universidad a nivel internacional”.
A otros estudiantes, José Andrés los invita a participar en este concurso: “Anímense a formar parte de esta experiencia y den lo mejor de sí para desarrollar un buen proyecto ya que se compite con universidades de renombre a nivel internacional”. Los estudiantes de la FARQ presentaron su proyecto públicamente el 21 de junio.
Para ver la transmisión y conocer a los estudiantes, puedes ingresar a la grabación del evento en este enlace y reproducir el video a partir de la marca temporal 2:32:26.