Lic. Angelo Cipriani: “Atendí a pacientes desde el primer año y me servirá toda la vida”

El licenciado Angelo Cipriani se graduó en 2020 como psicólogo clínico en la Universidad del Istmo (UNIS). Al terminar la licenciatura, trabajó en una institución donde aplicó los conocimientos adquiridos durante los cuatro años anteriores y luego, como él lo describe, cumplió el sueño de todo psicólogo: independizarse.

A su criterio, la pandemia resaltó, entre otras necesidades, la importancia de cuidar la salud mental. Él lo vio como una oportunidad para ayudar a mucha gente y decidió enfocarse en la atención a hombres porque “existe la tendencia, sobre todo en Latinoamérica, a tachar de débiles a quienes buscan ayuda. Si un niño, un adolescente o una mujer lo hace, casi siempre se ve como algo normal, pero no sucede lo mismo con los hombres”, explica.

Presta sus servicios a todo tipo de pacientes, pero se especializa en las necesidades psicológicas masculinas, el rol que ocupan en la sociedad y cambiar los paradigmas. “Pensar que por ser hombres no pueden llorar o agotarse mentalmente puede afectar la calidad de vida. Mi trabajo es brindar los instrumentos y dar pasos junto a ellos para que esto no suceda”, añade.

Sus consultas son virtuales, no solo por precauciones de salud, sino también para observar por videollamada el lenguaje corporal de las personas. Además, cuenta Cipriani, saber que pueden tener terapia desde su casa y sin pasar horas en el tránsito para llegar puede motivar a muchos a buscar acompañamiento.

Esta modalidad también contribuye a cruzar fronteras, ya que algunos de sus pacientes viven en el extranjero y lo buscan a partir de referencias obtenidas entre amigos o familiares. Aun así, hay otro factor que le ha ayudado a darse a conocer profesionalmente: las buenas relaciones con sus colegas.

“Debemos reconocer cuando aún no tenemos la experiencia necesaria para atender ciertos casos y referirlos con quienes se especializan en ellos. Así, yo envío a algunos con otros psicólogos y viceversa. La prioridad es el bienestar de quienes nos consultan”, asegura Cipriani. Para él, la UNIS impulsó su carrera desde el primer momento, no solo por los conocimientos teóricos adquiridos, sino también por fomentar la investigación entre los alumnos. De ese modo, cuenta, desde antes de graduarse los futuros psicólogos están en constante actualización para saber cómo atender distintos cuadros clínicos.

Además, resalta lo mucho que le ayudó tener contacto con pacientes mientras era estudiante y contar con el acompañamiento de asesores para determinar la línea más adecuada de tratamiento. “En mis prácticas asistí a personas de toda condición, tanto en instituciones públicas como privadas. Atendí a pacientes desde el primer año y me servirá toda la vida, porque cada caso atendido me permitió progresar profesionalmente para ayudar más y mejor a quienes lo necesitan”, concluye.