“Vemos la UNIS y nos quedamos maravillados”

Publicado por: Linda Paz

Una persona necesita normalmente 9 meses de gestación para nacer, un elefante africano 22 meses. La UNIS necesitó 14 meses, tiempo parecido al de una jirafa, uno de los animales más cercanos a la UNIS en su Campus Aurora durante 18 años. El 16 de julio de 1996, hace un poco más de 25 años se empezó a gestar la Universidad del Istmo.

El proyecto se trabajó de julio a enero, en menos de seis meses. Los otros 8 meses fueron los que necesitó el Consejo de Enseñanza Privada Superior (CEPS) para estudiarlo y aprobarlo.

Nunca podremos agradecer suficiente al grupo promotor que consiguió pasar de sueño a realidad la UNIS el 19 de septiembre de 1997.

Sin embargo, la UNIS no surgió de la nada.  Por un lado, hacía 45 años había iniciado en 1952 la Universidad de Navarra, promovida por san Josemaría, fundador del Opus Dei.  El prestigio institucional de esta primera universidad se había ido extendiendo de tal suerte que 11 universidades habían seguido sus pasos, principalmente en América Latina.  Por otro lado, en Guatemala había iniciado en 1964 el Instituto Femenino de Estudios Superiores, con el propósito de brindar preparación y titulaciones universitarias a mujeres centroamericanas. Contaba con 33 años de experiencia académica respaldada por un convenio suscrito con la Universidad de San Carlos de Guatemala. La legislación universitaria facilitaba el inicio de universidades privadas, así que se decidió, apoyados en la experiencia del IFES, el inicio de la Universidad del Istmo.

Se configuró un grupo promotor, se pidieron experiencias a universidades amigas tanto nacionales como internacionales. La asociación Servicios Universitarios y de Extensión Educativa fue la institución que presentó el proyecto ante el Consejo de Enseñanza Privada Superior de Guatemala.

Las clases empezaron el 2 de febrero de 1998 con unas instalaciones en la zona 13 de la ciudad, que se adecuaron después de un intenso trabajo de acondicionamiento en un poco más de un mes. Se sabía que se trataba de unas instalaciones temporales mientras se conseguía un terreno apropiado para un campus definitivo.

El nuevo milenio no pudo empezar mejor para la UNIS. En enero recibió la visita del prelado del Opus Dei, Monseñor Javier Echevarría, a quien se le nombró Presidente Honorario del Consejo de Fiduciarios. Poco a poco, con un ritmo prudente, como se estableció en el primer plan estratégico de la universidad fueron surgiendo nuevas facultades y dentro de las facultades nuevos programas.

El salto que tuvo la UNIS cuando pudo estrenar su sede en Fraijanes en el 2015 ha sido en otro orden. El Campus cuenta con 50 hectáreas y tiene construido aproximadamente un 15% de lo previsto en el plan maestro. El ambiente que se respira en Fraijanes a reforzado el vivido en el Campus La Aurora tal como se expresa en el artículo 13 del ideario de la universidad:

“Quienes forman parte de la universidad cultivan la amistad, la lealtad, el respeto mutuo, el afecto, y difunden una actitud positiva, abierta, llena de optimismo y buen humor. La alegría forma parte del quehacer universitario y se entiende como consecuencia del trabajo bien hecho y de la cuidadosa relación interpersonal. La convivencia universitaria es escuela de ciudadanía, que forma con naturalidad, en un clima de libertad, paz, comprensión y concordia. La Universidad es un ámbito de convivencia solidaria que facilita el trabajo universitario profundo, intenso y sereno”.

Este ambiente se potenció aún más cuando se convirtió en un campus museo gracias al convenio realizado con la Fundación Rozas-Botrán.

Desde el principio de su andadura se han realizado anualmente proyectos de solidaridad en los que se involucran los estudiantes, los profesores y el personal administrativo. El más importante es el esfuerzo por dotar de un fondo de becas que permita estudiar en la UNIS a todo aquel estudiante que cuenta con el nivel académico necesario pero necesita un apoyo económico para poder realizar sus estudios.

En agosto de 2014, Monseñor Echevarría regreso de nuevo a Guatemala y pudo bendecir el nuevo campus.  En esa oportunidad escribió una carta a sus hijos de todo el mundo desde Centro América:

“Os escribo desde América Central, durante el viaje pastoral que estoy realizando por estos seis países en los que se encuentra establecida la labor del Opus Dei. Y entiendo que nuestro Padre dijera: pienso en la Obra y me quedo «abobao»[1].

La UNIS no es una obra simplemente humana, sino que cuenta con la fuerza que viene del cielo para que todo lo que se haga tome otra dimensión. De allí viene el incremento, y los proyectos de la UNIS van saliendo antes, más y mejor de lo que soñamos. Un indicador de estar haciendo bien las cosas es que ninguno de los miembros fundadores permanece en puestos de gobierno en el Consejo Directivo de la Universidad. Una pasión de los directivos es formar a las personas que los puedan suplir con ventaja, de tal modo que puedan hacer que la universidad continúe en el tiempo haciendo vida su lema “saber para servir”.

Desde arriba nos acompaña nuestro Primer Presidente Honorario, Monseñor Javier Echeverría; nuestro primer presidente de Fiduciarios, el Dr. Rodrigo Tejada Castillo; nuestro segundo Rector, el Dr. Guillermo Mata Amado; uno de los primeros miembros del Consejo de fiduciarios, el Ing. Carlos Springmuhl y Antonio Arzú.  De la Asociación de Amigas recordamos especialmente con agradecimiento a Margarita de Dougherty, Laly de Boppel y Olga de Fernández que realizaron innumerables gestiones para aportar al patrimonio de la UNIS.

Especialmente sentido fue el fallecimiento de nuestro primer capellán, el padre Víctor del Valle, al que le siguieron los padres Alberto Vega y Juan Manuel Vicens. También recordamos a don Venancio, albañil de la adecuación del campus Aurora y luego miembro del personal de mantenimiento y Doña Tonita, la primera encargada del oratorio de la UNIS.

Más recientemente no podemos dejar de recordar al Lic. Enrique Fernández del Castillo, Fiduciario de la UNIS y miembro del Consejo de Facultad de Derecho y al Ing. Gonzalo Palarea, miembro activísimo de la Asociación de Amigos y encargado de supervisar la construcción del Campus Fraijanes.

Esta siempre presente entre nosotros la figura alegre y entusiasta de Don Antonio Rodríguez Pedrazuela, quien impulsó desde su inicio la labor del Opus Dei en Centro América y dedicó los últimos años de su vida a involucrar a sus amistades para apoyar a la UNIS. Junto con ellos recordamos a benefactores, personal de mantenimiento, profesores y estudiantes que también se nos han marchado al cielo. Ellos celebran desde allá lo que nosotros con su aliento procuramos hacer en la tierra.

Este aniversario lo celebramos con la presencia de la Madre del Amor Hermoso, que nos acompaña desde su Ermita. Desde allí ella vela por cada persona que apoya, estudia y trabaja en la UNIS y a sus familias.

No cabe duda de que empieza una nueva primavera para la Universidad, nos sobran motivos para estar agradecidos y optimistas. Aún somos pequeños, 25 años son pocos para una institución que está proyectada para permanecer, pero suficiente para haber cuajado su personalidad, sus rasgos característicos, su identidad. Se trata de soñar, pero sobre todo de trabajar, sin perder el espíritu de los comienzos.

Se cuentan ya por miles los graduados de la UNIS vivificando el torrente circulatorio de la sociedad, trabajando en la construcción de una nueva cultura coherente con la dignidad de la persona humana. Y aún estamos empezando.

[1] Cfr. https://opusdei.org/es-gt/document/carta-del-prelado-agosto-2014/

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