Trazando el puente entre teoría y realidad: La experiencia de prácticas profesionales de una estudiante de Psicología Clínica en la UNIS

Publicado por: Julene Zambrano

Las prácticas profesionales son esenciales para aprender de la carrera que se está estudiando en la universidad, en el mundo real. Para Natalia Salazar, alumna de tercer año de Psicología Clínica en la Universidad del Istmo (UNIS), sus prácticas fueron una experiencia que le permitieron salir de los libros de texto y poner en práctica sus conocimientos.  

La carrera de Psicología Clínica permite que los alumnos puedan hacer trabajo clínico de distintas maneras. Una modalidad, la atención a pacientes uno a uno. Otra modalidad, son las prácticas externas, que permiten que los estudiantes vayan a colegios, hospitales psiquiátricos, públicos y privados de salud física normal y a clínicas de salud mental. Natalia tuvo la oportunidad de hacer estas últimas en el hospital psiquiátrico Inside Health, donde tuvo diversas tareas como

  • Ordenar expedientes

  • Atender a los pacientes
  • Dar talleres grupales

“Fue una experiencia muy enriquecedora, porque es algo con lo que la mayoría de estudiantes normalmente no tienen contacto”, explicó Natalia. 

En Inside Health, Natalia pudo adentrarse en la psicología. Aparte de dar atención a pacientes, pudo supervisar talleres que consisten en completar tareas como repartir materiales, mantener a los pacientes en estado de psicosis en orden y repetir la información y aclarar dudas a pacientes con problemas auditivos.

Explicó que fue una experiencia que le sumó profesionalmente, “Un logro fue aplicar la teoría a la práctica en el sentido de reconocer los trastornos. Muchas veces había pacientes que no me dijeron qué tenían, pero yo los miraba y podía pensar en las características que tenía para diagnosticar”. 

Natalia fue supervisada por cuatro psicólogas, quienes rotaban turnos todas las semanas. Sin embargo, Natalia explicó que se necesita ser independiente al momento de trabajar. 

“Este tipo de prácticas requieren mucha autonomía, al ser proactivo y definir en qué se puede ayudar”, comentó. 

Esta experiencia no fue únicamente enriquecedora profesionalmente, sino también personalmente. Una de las lecciones de Natalia fue entender que ella no puede ser su propia psicóloga. “Muchas veces me frustraba porque creía que si mi paciente estuviera pasando por lo que yo estoy pasando, sabría qué decirle. Es fácil hablar sobre qué debería hacer un paciente, sin embargo, es difícil aplicarlo a tu propia vida. Siempre hay que buscar ayuda porque tú no puedes ser tu propio psicólogo. Al final, tú estás a disposición de los demás y de esa misma forma tienes que buscar a alguien que esté a disposición tuya”, explicó. 

Con la experiencia que ha adquirido, Natalia tiene recomendaciones para los alumnos interesados en estudiar Psicología Clínica, “Investiga y lee todo lo que puedas, porque en esta carrera estás tratando con una persona y lo que tú hagas en clínica puede marcar la vida de esa persona para bien o para mal, de aquí al resto de su vida. El que tú estés preparado y sepas qué vas a hacer con un paciente, es fundamental. No puedes llegar a improvisar en la clínica, lo cual requiere mucha conciencia de saber lo importante que es tu trabajo. Tampoco hay que quedarse solo con lo que se ve en las clases”, comentó.

La carrera de Psicología Clínica permite que los estudiantes aprendan cómo funciona la mente humana y a poner sus conocimientos a servicio de los demás. ¡Felicidades, Natalia, por aplicar el “Saber para servir”!

 

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