Alumnos de la Facultad de Comunicación destacan en festival internacional de cortometrajes

Publicado por: jeronimo

El grupo de Dámaris Mejía, Brenda Maldonado, Sofía Valdez, Alejandro Castro y Sebastián Arriola realizó el cortometraje Consciente del otro, el cual fue seleccionado en la categoría de cineasta en el festival internacional Villanueva Showing Films. La pieza cinematográfica cuenta la historia de Alana, una joven indiferente quien inicia a trabajar en un museo de arte y encuentra una bitácora del anterior director de montaje, a través de la cual descubrirá una verdad que la hará cambiar.

 

Este trabajo lo llevaron a cabo como parte de la clase de Ética de la Comunicación Audiovisual y luego se inscribieron para participar en el Villanueva Showing Festival, organizado por la Universidad Villanueva, España. Este es un festival internacional que busca poner en contacto a jóvenes con la industria audiovisual. Dentro del festival hay una competencia que se llama Villanueva Showing Film que premia cortometrajes.

Sobre la producción del corto, Sebastián comparte que debían encontrar la mejor historia posible. En el cortometraje emplearon un plano secuencia, que fue el mayor reto de todo el proyecto y les tomó más de 30 tomas lograrlo. “Me gustó ver cómo el trabajo fue quedando poco a poco en la edición, estamos muy satisfechos con la versión final”, explica.

“Un reto fue tener la historia, pasamos por muchas más, creamos tres antes de llegar a la que quedó”, explica Dámaris. Para ella, todo el proceso de la creación del cortometraje fue arduo y al mismo tiempo le gustó hacerlo, en especial la parte de la preproducción. Este trabajo le permitió comprender los tiempos reales que se requieren en la creación de un cortometraje. “Esta experiencia enriqueció mi aprendizaje, es lo que los libros no dan”, asegura Dámaris.

Los principales obstáculos para Alejandro fueron crear un contenido profesional a nivel de festival y acomodarse al tema. Otra complicación fue el COVID-19, que dificultó la selección de locaciones para grabar y la búsqueda de los actores. A pesar de ello, lo que más le gustó fue trabajar una producción completa y ver que llegara a ser nominada en el festival. “Creo que todos los integrantes del equipo supieron que hicimos bien las cosas al ver la nominación”, afirma Alejandro.

Brenda también considera que las restricciones por el COVID-19 fueron un desafío, pues debían agilizar el tiempo para grabar. A pesar de que el proceso fue complejo, en la creación del cortometraje disfrutó conocer a su equipo y las fortalezas de cada uno. “Me di cuenta de la capacidad que teníamos como equipo para trascender, teníamos la calidad para clasificar internacionalmente”, comenta la estudiante.

Para Sofía la creación del cortometraje fue un proceso complicado porque lo organizaron de forma online, pero lo lograron y fueron seleccionados. “Me enriquece porque me abrió los ojos ante los festivales de cualquier tipo de contenido audiovisual. Aprendí que, aunque todo proceso lleva retos, la parte creativa de una persona surge al buscar soluciones”, menciona.

Javier Pérez, catedrático de Ética de la Comunicación Audiovisual, explica que este ejercicio le sirve a los estudiantes para descubrir que detrás de cada producción audiovisual hay un mensaje. Ya que los alumnos debían crear un cortometraje con el tema establecido por el festival: la solidaridad.

Pérez apoyó a los alumnos en el guion y la carpeta de producción. Además, participó en el cortometraje actuando, pues debido a la pandemia encontrar actores no fue una tarea fácil. Al finalizar, lo presentaron en clase y entre todos hicieron una crítica constructiva sobre los videos y sugerencias de los últimos cambios antes de inscribirse en el festival.

Esta experiencia enriquece en muchos aspectos el aprendizaje de los alumnos. En primer lugar, hacer una producción audiovisual con consciencia de su impacto social. “Otro punto importante es que participan en un concurso internacional donde se pone a prueba la calidad de su trabajo. Da mucha confianza a los estudiantes saber que lo que aprenden en la universidad tiene un reconocimiento internacional”, resalta Pérez sobre esta experiencia.

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