Conversando con Stefano Giammattei

¿Cómo aplica el Emprendimiento en la carrera de Diseño Industrial del Vestuario?
Solo requiere como cualquier carrera mucha dedicación y compromiso porque uno se puede especializar en un montón de cosas dependiendo del área a la que se dedique. Como, por ejemplo, el área del Marketing es súper importante, inclusive muchos de los que se gradúan de Diseño de Modas se especializan en esa área. Yo me considero alguien soñador, me encanta ponerme metas y luchar por alcanzarlas. Siempre quise lanzarme con una marca propia, pero hacerla bien. Quería buscar la plataforma indicada, la exposición y el diseño. Inicialmente para que me tomaran enserio, pero también para poder vender, y así capitalizarla y hacerla crecer más.  De esto se trata el emprendimiento, y es algo que la universidad nos insiste constantemente. Al final de cuentas todas las clases son muy diferentes, pero todas hacen clic cuando las toma en cuenta como un conjunto. El Diseño de Modas no es solo dibujar, es también de organización, orden y sobre todo, mucha práctica.

¿Por qué decidiste estudiar Diseño Industrial del Vestuario?
Yo siempre fui muy artístico, no me gustaba dibujar básicamente porque no era bueno y tampoco con los números, por eso descarté arquitectura y diseño gráfico. A los 15 años de edad, vi un Fashion Show de un diseñador británico en parís. Él me demostró que uno podía crear arte mediante la ropa, crear un concepto, formalizarlo como un negocio y generar dinero con ello. Simplemente, me fascinó. Comencé a investigarlo más y a los tres meses ya me sabía los top diseñadores de Inglaterra, París y Milán.

¿Cómo alguien puede llegar a expresarse mediante la ropa?
Como diseñador, cualquier vehículo que comunique algo, es expresión. Cuando diseña una colección, está transmitiendo una idea, independientemente de donde surgió la inspiración como un monumento, un lugar, eventos históricos o ya más complejos como temas antropológicos o filosóficos.

¿Cómo definirías tu estilo de diseño?
Yo trato de inspirarme en aspectos antropológicos. Me enfoco en la ropa de hombre y me gusta mucho hablar de la sociedad. De lo que construye al hombre guatemalteco, trato realmente hacer o construir al hombre guatemalteco mediante una idea en cada colección. Pero no me gusta hablar de cosas optimistas, como “textiles típicos” o temas similares porque creo ya está muy usado y sobre todo porque considero que los guatemaltecos somos más que eso.

Tuve la oportunidad de presentar nuestra cultura ante el mundo en Vancouver Fashion Week, en Canadá. La colección se llamaba “Ciudad”. El 5% de las colecciones eran de diseñadores canadienses mientras que los demás eran del resto del mundo. Este Fashion Show era una plataforma internacional en la cual uno podía exponer de dónde proviene y porqué diseña cómo diseña.

Pude crecer muchísimo gracias a esta experiencia. Obtuve reconocimientos y sentía que ya me comenzaban a tomar más enserio aquí en Guatemala. Ya tengo la patente de mi marca y estoy buscando presentar mi tercera colección este año.

Junto con un equipo de sastres subcontratados, que me han apoyado a lo largo de esta travesía, vamos a presentar nuestra tercera colección en el Mercedes Benz Fashion Show.

¿Qué opinión tienes acerca del Fast Fashion?
Al principio lo rechazaba mucho, sobre todo por la manera en que realizan su producción. Generalmente esas marcas se aprovechan mucho de los productores, son abundantes los casos en los que estas fábricas colapsan y los trabajadores se ven perjudicados por las condicione precarias a las que están expuestos en su área laboral. Pero es evidente que estas empresas buscan salvar los costos y también tengo que ser relista, que no todos podemos invertir en chaquetas o prendas muy caras.  Y a pesar de la producción en masa, muchas marcas del Fast Fashion sí aportan diseño, como Zara por ejemplo.  

Considero que mi postura fuera más a favor si lo realizaran de una manera más ética. Y en conjunto con esto, lograr incrementar la calidad y durabilidad de las prendas porque al final de cuentas es un a inversión y no un gasto solamente.

¿Qué sueño piensas alcanzar mediante tu carrera?
Internacionalizar la marca, “Stefano Giammattei”. Empecé con mi nombre porque siento que uno principalmente se tiene que dar a conocer. Me gustaría contar un concepto de marca que sea, por ejemplo: “por Stefano Giammattei”, presente en una tienda específica. Mi estilo de diseño va orientado a un aspecto más casual, como: chaquetas, pantalones, básicamente más propuestas en las prendas varoniles. Quiero demostrar que el hombre puede ser mucho más versátil, y existe esa oportunidad en el país y quiero aprovecharla.

¿En algún momento te gustaría diseñar ropa para mujeres también?
Quería ser diseñador de mujer, no podía coser vestidos y es algo completamente diferente. Si me gustaría en un futuro, pero necesitaría practicarlo bien. Es otro rollo, hay que entender muy bien a la mujer. El hombre es más sencillo, se diversifica mucho entonces uno se tiene que especializar en una mujer específicamente en cambio el hombre podés apuntarle a todo tipo de hombre en una marca.

¿Cuáles son tus diseñadores favoritos?

• • Alexander Mcqueen: él me enseñò a sacar lo personal, volverlo arete y venderlo
  • Gareth Pugh
  • Christopher bailey
  • Dries Van Noten: considero que es mi influencia más grande

¿Qué mensaje darías para aquellos que consideran el Diseño de Modas como algo vanidoso o superficial?
Primero que todo, el ser humano tiene un poco de vanidad en su vida mediante gustos o preferencias. Y la moda puede que sea así, pero el diseño no. Yo trato de alejarme de esa línea como “súper fashion estilizado” y busco desarrollar una imagen un poco más desorganizada y asimétrica.

Muchos de los diseñadores importantes de la actualidad buscan alejarse de ese marco y solo las marcas muy comerciales, aquellas que buscan ser más aspiracionales y definir un estilo de vida, se aferran a la moda. Y está bien, toda postura merece respeto, sin embargo, no es parte de mi tendencia como diseñador.