Crónica de una pandemia anunciada

Publicado por: UNIS

El Coronavirus ha sido confirmado en, al menos, 165 países de cinco continentes. Cada día surgen nuevos casos y hay cientos de fallecidos alrededor del mundo. Desde el 7 de marzo comenzó a expandirse en Latinoamérica. En Guatemala hay 21 personas contagiadas, más de mil en cuarentena, escuelas y universidades suspendidas, supermercados que solo permiten 30 clientes al mismo tiempo.

La familia Aguilar Mejía está encerrada por las medidas preventivas. Está conformada por: Mamá (Silvia), papá (Vladi), hermana 1 (Ceci), hermana 2 (Baby), hermana 3 (Merce), hermano (José) y yo. Merce no vive en esta casa, sin embargo, siempre está pendiente y sigue formando parte de las decisiones que se deben tomar de forma rápida.

Día 1:
Baby y yo nos quedamos en casa, porque tenemos clases en línea. Mamá, Ceci y Merce llegan a la casa alrededor de las 11 de la mañana porque solo fueron a su trabajos a traer material para hacer home office.  Hay pánico en redes sociales y abundan los rumores.

Día 2:
Comienzan las clases en línea, todos establecemos una nueva rutina. Podemos despertarnos a las seis de la mañana en lugar de las cuatro. ¡Son dos horas extras! Nos repartimos los quehaceres de la casa. Paso seis horas en la computadora, los catedráticos piensan que estamos de vacaciones.

Día 3 al 7
Solo cambia el día que transcurre. Nos levantamos, comemos, hacemos los quehaceres, cada quien se dirige a realizar las cosas que le corresponden.  Necesitamos salir. Comienzo con mis alergias por ansiedad. Toque de queda.  A las 4 hay que encerrarse.

Día 8:
Escuchamos unos maullidos de gato bebé en algún lugar. Salgo al patio, no hay nada. Salgo al portón y de un arbusto sale un gatito. Voy a avisar y salimos a la calle. Hay otro gatito que recogió un motorista que entregaba el pedido de una medicina. Sale más gente a ver qué sucedió (por esta crisis de necesidad de salir, aunque sea a la puerta). Finalmente los devuelven a la casa donde pertenecen.

Día 9
Nada cambia, es la misma rutina. Solo es un día menos que falta para salir de la casa, pero no sabemos de cuántos.

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