Dos décadas formando a abogados capaces y éticos: ¡Feliz aniversario, FDER!

Publicado por: jeronimo

Cuando nació en 1997, la Universidad del Istmo (UNIS) colocó en su piedra angular el deseo de formar a profesionales capaces y éticos. En ese entonces, la base sirvió para levantar dos escuelas: una para diseñadores y arquitectos y otra para empresarios. Sin embargo, conforme transcurrieron los años, los directivos notaron que faltaba llenar un vacío: había una deuda con la creciente necesidad de promover la justicia en el mundo.

Tras un ciclo de aprendizajes, la UNIS respondió ante la demanda global el 19 de septiembre de 2001. Ese día nació la Facultad de Derecho (FDER) y se fijó la misión que la acompañaría hasta hoy: formar a abogados y notarios competentes, preparados para asumir con ética los retos jurídicos de la sociedad. 

Con el objetivo de visibilizar la labor que emprendería, la UNIS estableció un grupo promotor de la FDER, integrado por letrados de renombre en Guatemala. En ese entonces, los seleccionados fueron la Dra. Jary Méndez Maddaleno, el Lic. Roberto Sarmiento, el Lic. Carlos René Fuentes Peruccini, el Lic. Ricardo Mosquera y el Lic. Guido Ricci. 

Veinte años después de que las autoridades universitarias definieran la meta, la Dra. Méndez Maddaleno lidera los esfuerzos por materializarla. Es la actual decana de la FDER y preside el consejo directivo, acompañada por la Lcda. Mayra de Poggio, directora de estudios; la Lcda. Andrea Morales Díaz, secretaria académica; el Lic. Roberto Sarmiento, vocal, y el Lic. Pablo Maldonado, vocal II.

A criterio de la decana, la misión de la FDER es vital para un centro de enseñanza en el país. “Guatemala tiene grandes posibilidades para insertarse de manera adecuada en el orden mundial y requiere juristas con un alto nivel de competitividad y estándar ético”, afirma.

En estas dos décadas, el trabajo colaborativo entre el consejo directivo y los alumnos de excelencia se ha traducido en logros significativos para la FDER. 

Uno de los más destacados del palmarés es la calidad del plan de estudios. Además de ofrecer 80 cursos y acompañamiento personalizado en la carrera, tiene una visión internacional: el 15% de los catedráticos son extranjeros y presenta oportunidades de capacitación fuera de Guatemala.

Para el Lic. Sarmiento, las ventajas que presume este pénsum son únicas en el país. “Intenta transmitir el sentido de qué es el derecho, la ley como lo justo. En consecuencia, enfatiza que los abogados busquen la rectitud en todas sus elecciones y acciones”, comenta.

La alta formación de la FDER también se refleja en otro de sus éxitos más grandes: la oferta de posgrados en Derecho Penal, Contratación Internacional, Derechos Humanos y Derecho Corporativo y Tributario. Desde 2010, más de 370 personas han aprobado estos programas, que están disponibles para los estudiantes de la UNIS y de otras universidades.

De acuerdo con el Lic. Carlos Fuentes-Peruccini, uno de los promotores de la FDER, es beneficioso que existan estas oportunidades de especialización. Así lo explica: “Los universitarios de hoy y los que piensan con una visión de futuro necesitan la máxima educación posible, lo cual requiere entrar en detalles y especificidad. Quienes entran en estos posgrados ganan mayor conocimiento y herramientas para incidir en la sociedad”.

Pero no todas las conquistas de la FDER relucen en el plano teórico y dentro de las aulas. Otro de sus tesoros es su sistema de pasantías, que desde que su inicio aproxima a los alumnos a la dinámica real de la labor jurídica. La facultad colabora con más de 20 entidades públicas y 30 bufetes para asignar 900 horas de prácticas a cada estudiante. 

Así como la FDER impulsa a sus alumnos a salir al ámbito laboral, también les presenta la posibilidad de inscribirse en espacios extracurriculares. Ofrece clubes de arbitraje, competencias moot court nacionales e internacionales y la revista estudiantil Vox luris, que adapta temáticas jurídicas a una audiencia general.

A juicio del Lic. Guido Ricci, quien formó parte del equipo promotor y fue el segundo decano de la FDER, es imprescindible que los futuros letrados experimenten actividades fuera de los salones de clase. “Es necesario que los juristas en potencia se abran al mundo. Por ejemplo, los eventos de arbitraje les dan proyección, acercamientos con vivencias reales y roces con alumnos de otras latitudes”, dice.

Con esa gama de éxitos, la FDER ha graduado, hasta 2020, a 108 profesionales que dejan su huella en los lugares que visitan. El 90% de ellos culminó la licenciatura con una oferta de trabajo. Hoy hay otros 100 estudiantes que caminan en la misma dirección, con la esperanza de convertir en realidad la visión de su facultad: ser un referente en la preparación de abogados y notarios en Guatemala.

Aunque el trayecto ha sido desafiante desde 2001, el tesón y la constancia de la FDER continúan vigentes. Sin importar sus egresados siguen la industria corporativa, la litigación, la carrera judicial o cualquier otra área, el propósito es idéntico al que se estableció en el comienzo: formar a profesionales capaces y éticos. Y así continuará. ¡Feliz aniversario, FDER!

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