Futuro periodista UNIS: “A veces, para saber cómo se mueve el mundo, es necesario salir a conocerlo”
En muchos aspectos puede ser difícil alejarse de la cotidianidad y la realidad acostumbrada, pero, sin duda, aventurarse fuera es una de las experiencias más provechosas que puedan existir. En el ámbito académico esto no es una excepción. Gracias al sistema de prácticas internacionales que impulsa la Facultad de Comunicación (FCOM) de la Universidad del Istmo (UNIS) tuve la oportunidad de escribir para Aceprensa, un medio de comunicación en Madrid, España.
Siempre he pensado que la emoción va acompañada de un poco de miedo, miedo por lo nuevo, miedo por lo que está por venir, y claro que sentí una amalgama de temor e incertidumbre desde el primer momento que bajé del avión. Era entonces un 9 de mayo. Me preguntaba, “¿Cuánto costará acostumbrarme a una ciudad tan diferente?”. Muchas cosas eran distintas, el ritmo mismo al que se movía la ciudad era diferente, el modo de pensar también era distinto, y la forma en que se trataba a las personas no era igual.
Llegué a Aceprensa hecho un torbellino de nervios, pero mis compañeros en la redacción me hicieron sentir en casa desde el primer día. Pude notar de primera mano una forma de escribir distinta a la que estaba acostumbrado. Este periodismo no era primicia o inmediatez, sino profundidad. El análisis riguroso de la información y la documentación extensa fueron los sellos distintivos a los que tuve que adaptarme para escribir. Recuerdo que, para redactar una página, tenía que haber leído muchas más.
No hay que caer jamás en la trampa del idioma. Aparentemente puede que no haya problema, pues se habla español en ambos países, pero no por eso el trabajo informativo es igual, ni mucho menos. Puedo decir que aprendí nuevamente a escribir en español. Esto, aunado a una amplia e intensa edición de textos, hicieron darme cuenta de que escribir es una tarea mucho más dura de lo que aparentemente se puede creer. Muchos pueden escribir, pero no muchos pueden escribir bien.
En este medio podemos ser vulnerables, y puede manifestarse incluso en cosas pequeñas Yo me di cuenta de esto al leer el comentario de uno de los lectores con respecto a un artículo que hice. En él mencionaba que mi trabajo estaba por debajo del que normalmente se hacía en Aceprensa, que el tema abordado lo debió haber hecho alguien con más experiencia, y que el artículo le decepcionó. No voy a negar que me afectó, incluso me hizo dudar de mí mismo y mi propio esfuerzo. Sin embargo, con la ayuda de mis compañeros pude sobreponerme y no darle mucha importancia.
Debido a un artículo, tuve la oportunidad de asistir a un simposio de cuidados paliativos celebrado en Madrid, en el auditorio de la Fundación Ramón Areces. En él asistieron personalidades importantes del mundo de la salud. Integrantes de la Organización Mundial de la Salud, representantes de la Asociación Europea de Cuidados Paliativos, entre otras personalidades.
Sin duda, trabajar en otro país aporta muchísimo a la formación académica y al desarrollo de un criterio más amplio, puesto que sumergirse completamente en otro contexto nos permite entender las cosas de manera distinta. Al final solamente puedes entender tu propia realidad, si conoces otra distinta.