La mente del ingeniero debe perseguir la solución

Publicado por: jeronimo

El ingeniero Diego Cabrera estudió Ingeniería Industrial en la Facultad de Ingeniería (FING) de la Universidad del Istmo (UNIS) y se graduó en 2017. “Luego de la graduación, me dediqué a emprender proyectos personales mientras buscaba un nuevo trabajo. Esta etapa me sirvió de aprendizaje y como forma de validación de qué tanto entendía los conceptos aprendidos en la universidad aplicados al mundo real”, explica. Al poco tiempo, comprendió que los conceptos aprendidos en la universidad estaban claros y que podía enfocarse en practicar la parte humana de los negocios y refinar sus habilidades blandas.  En marzo de 2018 comenzó a trabajar como Analista de Calidad de Proyectos en una empresa del sector financiero con orientación a tecnología (Grupo TRT). Durante año y medio se desempeñó en ese puesto, para luego ser promovido a Coordinador de Procesos de Negocio, puesto que actualmente ocupa. 

Durante estos años de experiencia laboral ha sabido absorber el conocimiento empírico e identificar qué es lo que de verdad le apasiona. “Me dediqué a aprender cómo llevar una negociación, vender una idea, estructurar un proyecto, a retar mis propias creencias sobre cómo gestionar una empresa y en el proceso construir relaciones con las personas que trabajaban conmigo”, nos cuenta. Además, aprovechó este proceso de aprendizaje para investigar y aprender también de libros e internet, buscando newsletters, artículos de expertos y demás. “Poco a poco fui formalizando mi educación empezando por cursos libres y diplomados en Scrum y metodologías ágiles hasta ahora que decidí que era el momento de estudiar una maestría en un tema que me cautivó desde que me topé con el concepto de Business Analytics”, explica Diego. De esta manera, fue aceptado y está próximo a comenzar esta maestría en INCAE, en Costa Rica. 

A pesar de la crisis actual por el Covid19, el Ing. Cabrera sigue enfocado en sacar el máximo provecho de su formación y empezar a promover este conocimiento dentro de su organización. “La pandemia más que afectar mis planes fue mi vehículo para reforzarlos. De momento, lo único que me ha afectado es que la maestría se está llevando de forma online y se espera que en octubre pueda viajar a Costa Rica para continuar con el programa de forma semipresencial”, asegura. Para él, el análisis de datos es una pieza fundamental en el futuro de las organizaciones y que poco a poco se volverá imprescindible. “Es necesario aprovecharlo en la medida de lo posible como una herramienta que sustenta las decisiones que se van a tomar sin llegar a ser un sustituto de la intuición gerencial. De momento está sumamente aceptado en empresas multinacionales y en países desarrollados”, asegura. En Guatemala aún no es tan reconocido y se ve como algo demasiado nuevo y confuso. El Ing. Cabrera se toma como su trabajo el cambiar esta perspectiva. “La labor de los profesionales del sector en este momento es difundirlo y hacerlo fácil de entender para todos y que poco a poco vaya incorporándose a la cultura de cada negocio”, nos dicen. Explica que estas herramientas nos permiten comprender mejor a las personas no solo a través de lo que dicen sino de lo que expresan en sus búsquedas, redes sociales e interacciones. 

Es en esos “rastros” de información que nos están comunicando los verdaderos problemas a los que se enfrentan y esto es de gran valor para cualquier organización que desee retener a sus clientes. “Hay empresas que se atreven a decir que sus algoritmos conocen mejor a las personas de lo que ellas se conocen y con mucha razón. Por ejemplo, Netflix sabe que en tu lista vas a guardar documentales de la segunda guerra mundial, películas de culto y grandes producciones cinematográficas, pero también sabe que esas películas no las vas a ver. El domingo por la tarde vas a ver una comedia romántica, una serie entretenida con una historia que engancha o algo con “social proof”. Es por ello que lo primero que te aparecerá y seguramente vas a terminar viendo (, me incluyo) es la sección de “Populares en Netflix”, “Tendencias”, “10 más populares en Guatemala Hoy” y otro montón de sugerencias y hasta de último va a estar tu lista. Ese poder de interpretar e identificar lo que realmente quiere la gente lo puede exponer el análisis de datos y de momento, estamos en una primera fase de lo que me atrevo a decir es una revolución en la forma de hacer negocios”, sentencia el Ing. Cabrera desde la primera línea de esta revolución. 

Al recordar su experiencia universitaria, el Ing. Cabrera comenta que el estudio nunca fue un peso para él. “Mi objetivo para estudiar una carrera era obtener conocimientos que me servirían para solucionar problemas. Nunca fui con el objetivo de obtener un título para tener un trabajo o por obligación de mi familia”, dice. Además, valora el conocer a personas con diferentes puntos de vista y las buenas amistades como lo que más disfrutó. Respecto a lo que más le ha servido, asegura que encuentra muy valiosa la formación integral que fusiona el conocimiento técnico y humano. “Esta formación que antepone a la persona como el principal motor de cambio en una organización no la he visto en la mayoría de profesionales por lo que es una fuente de ventaja competitiva para el egresado de la UNIS. Además, esta formación te convierte en una persona con muchos temas de conversación y es sumamente fácil conectar con otros”, dice. 

Comenta que los ingenieros deben tener la flexibilidad necesaria para aportar las mejores soluciones a sus organizaciones. “Muchas veces me he topado con ingenieros que, en lugar de estar orientados a solucionar, se dedican a realizar observaciones y basan todo su aporte en mencionar riesgos y otros problemas, lo cual no está mal y muchas veces es necesario, pero es un aporte incompleto. La mente del ingeniero debe perseguir la solución”, explica. El Ing. Cabrera intenta aplicar esto en su lucha por convertirse en un profesional completo, flexible y con capacidad de adaptación, lo que le ha permitido cosechar éxitos en el ámbito profesional y personal. “En mi día a día me inspira el deseo de crecer como persona y hacer las cosas bien. Mi deseo es ser mejor de lo que fui ayer y al terminar el día irme a dormir tranquilo sabiendo que crecí en un área de mi vida, aporté a mi familia y amigos y puse de mi parte para hacer algo por alcanzar objetivos”, asegura. 

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