Publicado por: Gérman Gómez
La naturaleza es la inspiración de muchos artistas para expresar su creatividad. Sin embargo, todos cuentan con un estilo diferente que le da vida propia a cada obra que realizan. Este es el caso de Vera Roca, arquitecta de profesión y artista de vocación. En la actualidad mantiene cinco obras expuestas en el Museo UNIS Rozas-Botrán (MURB).
Vera narra que el inicio de su carrera artística comenzó en la infancia, “mientras tuvo una contemplación genuina y profunda de la naturaleza”, la cual desarrolló cuando vivía en una granja. Esta experiencia le cambió la forma de comprender la vida; descubrió que “todo color tiene su energía en el universo” y que “todo emana del corazón”. “¡El arte es vida!”, resalta.
Fotografía por: Vera Roca
El espacio infinito de la naturaleza
La búsqueda de la conexión con el propio ser hizo que Vera descubriera el arte de los códigos, patrones y secuencias en la naturaleza, como en la serie de Fibonacci. A partir de ellas inicia la construcción de obras abstractas que reflejan la organización del mundo, para que cada uno “pueda explorar las energías que existen dentro de la materia”.
Para realizar cada pieza de arte, se sumerge en un método de investigación y creatividad, que complementa la planificación e improvisación. Antes de empezar a pintar o moldear, explora la información sobre los temas que desea plasmar. Esto lo hace para desarrollar ideas a partir de la geometría. “Es la base de todo lo que hago y se complementa con la energía de las formas, sin dejar, por un lado, la conciencia propia”, cuenta Vera.
Al tener la idea concreta, con sus trazos le da vida para visualizar con mayor realeza la obra final. A pesar de eso, entre sonrisas, afirmó que , “como arquitecta, posee la capacidad de ver, en su mente, pinturas y esculturas en 2D y 3D”. La última parte del proceso es la aplicación del color, una tarea que le lleva tiempo, pues trata de recrear escalas que transmitan “espiritualidad propia”.
Fotografía por: Vera Roca
Los retos de hacer las piezas
Vera resalta la complejidad de materializar sus ideas y los momentos desafiantes de plasmar los detalles de sus obras: “todo tiene que ser igual, entre lo pensado y lo material”, comenta. Las piezas artísticas expuestas en el MURB son cinco; dos de ellas fueron creadas al inicio de su carrera y predomina el formato rectangular, es decir, se aprecian mayormente estas figuras geométricas en los lienzos.
Las otras dos se distinguen por el dominio de los cuadrados. Vera indica que las piezas aspiran a “transmitir los ciclos de la vida y cómo dan vueltas”. Además, “simbolizan los equilibrios, desbalances y contrastes memorables de la existencia». “Todo el universo es una geometría total, ¡mis obras tratan de descifrarlo!”, enfatiza.
La última obra expuesta es una escultura en forma de toroide, figura parecida a la forma de una rosquilla, que mezcla la madera, la pintura y el metacrilato de aluminio. Para finalizar, concluye que “sus obras, y todas las que ofrece el MURB, permiten que los estudiantes convivan con el arte mientras crecen profesionalmente”.
El MURB ofrece recorridos guiados y sin costo a todo público, los cuales se pueden agendar al correo murb@unis.edu.gt. Una oportunidad para descubrir las obras de arte que dan vida al museo.
Fotografías por: MURB