Lcda. Diana Samayoa, psicopedagoga UNIS: “Hacer prácticas, en mi opinión, hizo toda la diferencia”

Publicado por: Maria Jose Lara

Desde que se graduó del colegio, la Lcda. Diana Samayoa sabía que su vocación estaba enfocada en la educación. Sin embargo, algo en ella también la llamaba a profundizar en aspectos de la psicología humana. Fue así como encontró su camino hacia la Universidad del Istmo (UNIS). “Ambas me llamaban la atención, pero no sabía cómo las podía combinar, hasta que encontré la carrera de Psicopedagogía Clínica, en donde justamente se mezclaban”, explica sobre su decisión de ingresar en la Facultad de Humanidades (FHUM).

En 2019, la Lcda. Samayoa se graduó como psicopedagoga clínica y, a partir de entonces, despegó su trayectoria profesional. “Desde hace tres años estoy en ABA Guatemala. Es una clínica en donde trabajamos psicólogas y psicopedagogas, vemos intervención temprana y casos de niños con autismo o con diagnóstico parecido al autismo. Llevamos un método conductual, el Applied Behavior Analysis. Trabajamos en todas sus habilidades sociales para que puedan desarrollarlas y aprender”, explica sobre su labor actual.

En su trabajo aplica, día con día, aprendizajes adquiridos en la UNIS. Para ella, un factor clave de su formación fueron las prácticas profesionales que realizan desde el primer año de la carrera. “Hacer prácticas, en mi opinión, hizo toda la diferencia. Estas carreras que tienen mucho énfasis en la teoría, también necesitan de ese complemento para aplicarla con lo práctico. Al ir conociendo e ir explorando tus habilidades en casos reales, entiendes mejor el desarrollo de los niños y la creatividad que tienes para estar con ellos. Es valioso porque al salir ya tienes una idea de cómo es el ambiente laboral real”, resalta la alumni sobre su experiencia.

A través de las pasantías, la Lcda. Samayoa conoció de primera mano distintos métodos de trabajo y la diversidad de ramas de especialización que tiene su carrera. Además, considera que este ejercicio práctico afianzó su seguridad como profesional. “También te da seguridad en la relación que tienes con los papás de los pacientes, saber qué información compartirles y de qué manera hablarles. Y esa relación es fundamental para que la terapia con el niño salga bien”, cuenta.

Asimismo, el contacto temprano con el mundo profesional significó para esta alumni destacada un momento crucial para definir en cuál de las áreas de la psicopedagogía se deseaba enfocar luego de su graduación. “Lo que más me gustó de las prácticas fue que tuve contacto tanto en el lado clínico como en el lado escolar, eso te ayuda a ir viendo qué te llama más la atención”, afirma.

El contacto con la niñez y la adolescencia, a criterio de la Lcda. Samayoa, necesita de una vocación clara y con mucha sensibilidad. Por eso, ella recuerda diariamente que su labor debe estar enfocada en el bienestar de sus pacientes y brindarles un lugar seguro para desenvolverse. En sus palabras, invita a los futuros egresados de la FHUM a tener en cuenta esta lección fundamental aprendida en la universidad: “Los niños son los tesoros de los papás. Entonces, cada vez que a un chiquito le esté pasando algo, recordar que estamos para apoyarlos y que tenemos en nuestras manos una gran responsabilidad de cuidarlos, pues los padres tienen la confianza de que les estamos brindando un servicio donde saben que sus hijos van a estar seguros”.

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