Techno Challenge UNIS: La competencia tecnológica para mejorar vidas
“Buscábamos animar a los jóvenes a usar sus conocimientos para ayudar. Ese era el espíritu del evento”, dice el ingeniero Estuardo Sandoval, director de Ingeniería Electrónica y Telecomunicaciones. Habla del Techno Challenge UNIS, una competencia donde los participantes aún no eran estudiantes de la Universidad del Istmo (UNIS), pero sí aspiraban a serlo.
La Facultad de Ingeniería (FING) abrió la convocatoria a jóvenes interesados en estudiar Ingeniería en Electrónica y Telecomunicaciones. Los requisitos que debían cumplir eran que se encontraran cursando el último año de diversificado, demostrar un promedio mínimo de 80 puntos en sus notas, tener entre 16 y 21 años, y mostrar interés por la tecnología.
“Los muchachos provenían de todos lados y no les pusimos como condición tener conocimientos previos porque nosotros les enseñaríamos a través de los talleres. Todos se veían muy interesados en aprender”, sostiene Sandoval. Tras las inscripciones, profesores de la UNIS les dieron 4 talleres con temas actuales sobre 5G, robótica IoT y electrónica.
Al terminar estos talleres, cada alumno debía presentar una propuesta en video para mejorar la vida de las personas durante la pandemia a través de la tecnología, donde debía aplicar lo transmitido por la UNIS durante las últimas semanas. Los finalistas defendieron sus proyectos ante una terna institucional y los ganadores recibieron distintos porcentajes de beca para estudiar Ingeniería en Electrónica y Telecomunicaciones en la UNIS.
“Teníamos una rúbrica para evaluar los proyectos, donde analizábamos su nivel de innovación, en qué medida podían ayudar a la población en esta nueva normalidad, la viabilidad y qué tanto de lo aprendido con nosotros se aplicaba”, cuenta el ingeniero Francisco Soto, jurado en la competencia.
A decir del ingeniero Soto, estas características representaban el 90 por ciento de la posibilidad de ganar, mientras el resto dependía de las estrategias de los jóvenes para difundir y mostrar su idea con creatividad. “Todos los videos tenían algo distinto. Algunos incluían centros de desinfección para las casas, consultas médicas virtuales, robots para ayudar en las necesidades familiares y otros hasta tenían prototipos. Hay mucho potencial”, agrega.
La idea ganadora fue la de José Alonzo, del colegio Hebron, quien investigó y determinó que en Guatemala hay un servicio de salud por cada 5 mil habitantes. Para cubrir esta necesidad, sobre todo durante la pandemia y para ayudar a comunidades rurales, propuso instalar pantallas táctiles con tecnología 5G en los establecimientos médicos.
El fin sería que los pacientes hablaran con médicos a través de ellas para obtener diagnósticos con mayor velocidad. Así se aprovecharían mejor los recursos porque los doctores del casco urbano podrían dar consulta sin recorrer grandes distancias y el mismo sistema les ayudaría a consultar el abastecimiento de medicinas a recetar. Así, José obtuvo media beca en la Facultad.
Otro proyecto que llamó la atención fue Gib – O, cuyo creador, Mathew Cordero, estudiante de Kinal, ganó el segundo lugar en el desafío y obtuvo una beca del 30%.
Su robot motorizado tendría conexiones con los teléfonos de los usuarios y ellos podrían ordenarle las compras que debía hacer en negocios locales para que ellos no debieran salir de casa durante la pandemia. Su sistema también estaría diseñado para realizar las compras de comunidades enteras.
El ganador del tercer lugar fue Jeremy Rodas, de Kinal, quien ganó 25% de beca. Su propuesta, como las de los demás competidores, también está disponible en YouTube para quienes quieran saber más sobre sus ideas.
Esta es la primera vez que se realiza el desafío. Según el director de Ingeniería en Electrónica y Telecomunicaciones, se espera poder replicarlo en los próximos años, porque “vimos mucho interés en los jóvenes y sus ideas eran innovadoras. Tienen un futuro prometedor y nos gustaría ayudarlos a dar fruto con ese talento”, concluye.