¿Tienes hijos pequeños? Así puede impactar en ellos el uso de pantallas
La tecnología es parte del diario vivir de las personas en la mayor parte del mundo, sobre todo desde el aumento de la virtualidad a causa de la pandemia. Tiene ventajas como desafíos y la Facultad de Humanidades (FHUM) de la Universidad del Istmo (UNIS) tiene claro su impacto en toda la sociedad, pero sobre todo en los más pequeños.
“Las pantallas son muy buenas, pero cuando se usan en exceso, los niños pueden tener dificultades en el aprendizaje a largo plazo. Incluso puede afectar sus relaciones sociales, porque establecen más vínculos tecnológicos que con personas”, explica la licenciada Pilar Mancilla, coordinadora de Psicopedagogía Clínica en FHUM.
La licenciada Mancilla es psicopedagoga egresada de la UNIS. Además de tratar pacientes después de su graduación, comenzó a atenderlos incluso antes de completar su carrera a través de pasantías y prácticas en la Clínica UNIS Misha Maegli. Desde entonces, ha estado ayudando a niños con dificultades de aprendizaje o atención, y en algunos casos ha identificado una posible relación con el uso excesivo de pantallas. De acuerdo con ella, cuando un niño se sobreexpone a programas con imágenes muy rápidas y con cambios constantes, le resulta más difícil prestar atención. Además, puede tener dificultades en funciones como planificar y organizar, porque lo que ve en internet y televisión le da todo “ya hecho” y no tiene tanta experiencia fuera de los dispositivos.
Los efectos pueden ser mayores cuando esta sobreexposición se da antes de los tres años. A esa edad, señala, se da un barrido de información en los niños y lo que permanece no suele ser dado por la tecnología, sino por la práctica. Esta, sin embargo, es menor a la recomendada cuando en los menores hay más contacto con la tecnología en comparación con otro tipo de experiencias.
La licenciada Mancilla resalta que lo dañino no son las pantallas, sino su uso en exceso. “No hay una fórmula mágica de cuánto tiempo es el adecuado, porque depende de cada caso. Lo ideal no es restringirlas por completo, sino saber cómo usarlas”, sostiene. Según ella, pueden verse programas educativos en familia y así aprovechar mejor los dispositivos.
El papel de la psicopedagogía
La psicopedagogía clínica no solo puede diagnosticar el impacto del uso excesivo de pantallas. También puede tratarlo, pues el cerebro es flexible y se puede fortalecer y así mejorar las habilidades del paciente para contribuir con su buen desempeño.
A decir de la licenciada Mancilla, algunos indicadores que los padres pueden tomar en cuenta para llevar a los niños a consulta son la falta de atención o la dificultad de los niños para relacionarse con su entorno en la vida diaria. “Cuando no les gusta soltar el celular ni para comer, les cuesta mucho poner atención en clase por 20 minutos o les es muy difícil salir de la pantalla, puede ser un buen momento para acudir con un psicopedagogo”, añade.
Esto se atiende en la Clínica UNIS Misha Maegli, en la zona 5 capitalina. En ella se brindan servicios de calidad a precios accesibles y está abierta a todo público. Si quieres saber más sobre lo que ofrece, puedes entrar aquí.