La problemática del libro III del código de comercio de 1942 y como superar dicha condición histórica

Desde épocas muy antiguas, el ser humano ha tenido la necesidad de trasladarse y transportar, a través del mar, mercancías y productos con la finalidad de satisfacer sus necesidades comerciales. Sin embargo, el transporte marítimo, al ser una práctica tan antigua, ha tenido que estar en una constante evolución y adecuarse al entorno social de cada lugar y de cada época. Hoy en día, al ser tantas las relaciones jurídicas que pueden generarse en el ámbito marítimo, también es necesario contar con una legislación interna actualizada sobre la materia, proveyendo, de esa forma, de una certeza jurídica en los negocios que se gestionen en el mar. 

Tal es el caso que Guatemala no cuenta con una regulación interna actualizada, ni adaptada a la globalización y a los avances tecnológicos que, con el paso del tiempo, han creado mecanismos más favorables para el comercio marítimo, por lo cual, hasta la presente fecha, se ha tenido que recurrir a procedimientos otorgados por órganos internacionales por la falta de una legislación interna adecuada. 

El motivo de esta problemática se origina en 1970, año en que se emitió el actual Código de Comercio, ya que, al emitirse el Decreto 2-70, no se derogó por completo el antiguo Código de Comercio de 1942, quedando vigente el Libro III, el libro que, hasta la fecha, rige el comercio marítimo en el país. Es decir, en Guatemala, la regulación sobre el comercio marítimo no ha sufrido cambios desde 1942 y lo relativo a la materia sigue rigiéndose por normas redactadas de épocas medievales, normas que contemplaban situaciones que hoy en día han sido superadas.