Ateneos clínicos: la metodología que prepara a los futuros profesionales
Al final de cada semestre, los estudiantes de la Facultad de Humanidades (FHUM) se preparan para los Ateneos Clínicos, en donde presentan el caso del paciente que atendieron. Además de exponer el caso clínico, también explican y defienden la evaluación que cada uno realizó y la decisión de intervención llevada a cabo. Cada uno es evaluado por una terna de profesionales en el área, una experiencia de aprendizaje que los prepara para su vida profesional.
“La oportunidad de tener pacientes de manera presencial y llevar el caso uno mismo, nos ayuda a saber cómo intervenir, aprendemos a aplicar pruebas y a enfrentar nuestros propios miedos”, menciona Isabella Ximénez, estudiante de Psicología Clínica. Durante este proceso los alumnos tienen un acompañamiento de una profesora de práctica que los orienta en cómo abordar a los pacientes.
Esta guía es muy importante para adquirir criterio profesional, ya que les brinda nuevas herramientas y el espacio para desarrollar sus habilidades. “Algunas veces no sabía cómo manejar el caso, pero gracias a mi asesora y algunas catedráticas pude volver a la ruta y seguir trabajando”, comenta Luisa Menegazzo, estudiante de Psicopedagogía Clínica.
Tanto las actividades prácticas en la Clínica de la Universidad del Istmo (UNIS) como en los ateneos se busca que los estudiantes apliquen el conocimiento teórico que adquieren en cada clase, para completar las 1200 horas de prácticas durante la carrera. “En el Ateneo, evaluamos la capacidad de análisis y cómo desarrollan las herramientas que han adquirido”, explica la Lcda. Andrea López, catedrática que forma parte de la terna de Psicología Clínica.
Sin embargo, antes de tener un paciente asignado, los alumnos inician observando y acompañan a estudiantes de otros años. Diego Farias, estudiante de primer año de Psicopedagogía Clínica, comparte que en ese proceso aprendió a buscar soluciones y actividades que ayudaran a alcanzar los objetivos trazados con el paciente. Cuando llegó su turno de exponer el caso en el que trabajó en este semestre, presentó los avances y las recomendaciones. Al igual, compartió su experiencia como observador y en los momentos en donde intervino.
“Se busca que los pacientes reciban un acompañamiento de calidad”, afirma la Lcda. Sara Dávila, terna de Psicopedagogía Clínica. Por ello, los estudiantes tienen acceso a un banco que contiene diversidad de pruebas psicométricas para que identifiquen cuál es la que mejor se adecúa a cada caso y puedan establecer correctamente la decisión de intervención.
Por medio de esta metodología se prepara a los futuros profesionales para que puedan exponer bien sus ideas y saber comunicarse con los padres de familia o con el paciente. “Los Ateneos permiten identificar si los alumnos cumplieron o no con la hipótesis realizada al inicio”, agrega la Lcda. Dávila. “Durante esta práctica pude ver que todos los niños son diferentes, nunca te van a tocar dos iguales. También aprendí a no rendirme y siempre dar lo mejor”, concluye Luisa.